martes, 14 de diciembre de 2010

Menú Global

El mundo en el que vivimos puede explicarse con una bandeja en la mano. No el mundo tal como es, sino la visión, la interpretación, la síntesis de la idea de mundo que en estos tiempos circula por todo el planeta. Recomiendo sostener la bandeja en el centro del patio de comidas de Unicenter para comprobar esta afirmación a lo mejor demasiado audaz. Frente a nosotros, en el lugar hacia el que deben concluir todas las trayectorias, tanto las visuales como las físicas, están los cines: hagamos lo que hagamos, nuestro destino es ser espectadores. Pero no es cualquier cine, son salas que van mejorando la tecnología para estimular cada vez mejor nuestros sentidos, ya que se especializan en proyectar películas que no tienen la capacidad de estimular las ideas. Flanqueando esa entrada, están los reyes de la alimentación global, el punto de referencia del único sistema de alimentación que llega en serio a todos los confines de la Tierra: a la izquierda, Burger King, a la derecha, McDonald´s. Ellos marcan el camino, y los demás los siguen. Y eso puede verse en la progresión de negocios que funciona como una representación gráfica de cómo las culturas del mundo siguen las tendencias dominantes. El lateral que comienza con McDonald´s, sigue con Sensu, un lugar que sin duda atrae a los miles de admiradores de la tradición imperial japonesa que circulan por el shopping. Seguimos el recorrido geoalimenticio con Mondo Spaguetti, un nombre que deja en claro el carácter de caricatura rimbombante que se le otorga a la italianidad. A su lado, Brioche Dorée destila ese mismo carácter de reducción a lo simple, destacando el supuesto refinamiento francés. Un simpático e inofensivo Magic Dragon asimila una historia milenaria a la imagen de un animal inexistente, tal vez porque sea mejor pensar que esa ferocidad es nada más que un cuento. Como una suerte de transición, Wok acerca la orientalidad hacia nuestra cultura, para seguir con Ave César, que, por las dudas, envía sus loas a un emperador, aunque se trate de uno que desapareció hace ya muchos siglos. Sigue Arabian´s King, así, en inglés, como para dejar en claro en qué universidades pudo haber estudiado ese rey. Tal vez por eso esté a su lado Deli Ranch, que no es tan ranch porque ahí pegado tiene nada menos que a El Facón, que parece defender a los gritos el honor patrio, alzando esa arma gaucha contra todos los que vengan de afuera, no importan cuántos sean. Tentissimo, la reafirmación del crisol de razas, cierra ese lateral. Al otro lado, siguiendo a Burger King, aparece una suerte de camino latinoamericano o, mejor dicho, de paseo por distintos barrios latinos: primero, el barrio mexicano de Los Ángeles, representado por Californa Burrito Company, después, el barrio argentino con su picardía y su simpatía de la mano de Beto´s Lomitos, con su compinche Mostaza ubicado a unos pocos pasos, todos ellos sin duda mal mirados desde el cuidado ambiente estilo barrio country o barrio norte de Munchis y Freddo. A lo mejor, pienso, ya es algo anticuado seguir hablando de globalización o tomar a un blanco tan fácil como un shopping para sacar conclusiones de las representaciones más llanas del mundo. Puede ser. En definitiva, eso es lo que pasa con las cosas que ya están masticadas y digeridas por completo.


1 comentario:

  1. jejeje La gastronomía sirve para todo, mucho más cuando se expresa a travéz de los templos del consumismo de fin de semana.
    El famoso templo de Abu Simbel, con sus monumentales estatuas y su arquitectura megalítica se supone que representaba las creencias más profundas e importantes de la cultura que lo realizó... qué dirán los arqueólogos, los historiadores de nuestra cultura con este tipo de monumentos que dejamos a la posteridad...

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